Fase 1: Buenos Aires – Usuahia
Desde el año 2006, había soñado con realizar un viaje en moto Ushuaia Alaska, una aventura inmensa que recorrería la geografía completa del continente americano. Con el tiempo, ese sueño dejó de ser solo la idea de unir dos ciudades. Se transformó en una travesía monumental: un recorrido épico desde el extremo sur del mundo, en Ushuaia, hasta Alaska, en el extremo norte.
En diciembre decidí dar el primer paso en este reto que tanto había planeado. Compré mi moto, una Husqvarna Norden 901, la embalé con cuidado y la envié en avión a Buenos Aires. Yo volé después, ansioso por comenzar. Allí, con las herramientas en mano, armé la moto y sentí cómo el sueño comenzaba a hacerse realidad.
Era viernes 6 de diciembre de 2024 cuando encendí el motor por primera vez. Arranqué junto a mi amigo Gastón, quien no solo me acompañaría en esta etapa, sino que recorrería conmigo todo el camino hasta Alaska con su propia Norden 901.



viaje moto Ushuaia Alaska: El sueño comienza
El viaje en moto Ushuaia Alaska nos llevó a recorrer unos 3.500 kilómetros por paisajes tan variados como espectaculares. Pasamos por ciudades y lugares que, con cada kilómetro, se convirtieron en parte de la historia de esta aventura.
El primer tramo nos llevó a Azul, una tranquila ciudad bonaerense conocida por su tradición literaria gracias al escritor Ricardo Güiraldes. Fue un inicio relajado. Sin embargo, en la ruta ya se sentía el cambio: menos edificios y más horizontes abiertos.
Luego continuamos hacia Las Grutas, una joya de la costa atlántica patagónica. Este lugar es famoso por sus playas de aguas cálidas, poco comunes en la región, y por sus impresionantes acantilados. Allí nos detuvimos un momento para contemplar el océano, conscientes de que lo que venía por delante sería un viaje en moto Ushuaia Alaska cada vez más desafiante.








Fue un comienzo relajado, pero ya en la ruta se sentía el cambio: menos edificios y más horizontes abiertos.
En ruta hacia Puerto Madryn
El siguiente destino fue Puerto Madryn, puerta de entrada a la Península Valdés. Este sitio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es conocido por su fauna marina. Aunque no tuvimos mucho tiempo para detenernos, sentimos la presencia del océano y de la vida silvestre que más adelante nos acompañaría en la estepa.








Preparativos con la Husqvarna Norden 901
En la localidad de Camarones hicimos una parada para almorzar. Una señora amable nos atendió en un pequeño restaurante y nos sirvió ravioles con estofado. Fue uno de esos lugares donde la comida sencilla y casera se convierte en un recuerdo inolvidable.
A medida que avanzábamos, el paisaje se volvía cada vez más árido. Llegamos a Comodoro Rivadavia, ciudad marcada por su historia petrolera y los fuertes vientos patagónicos que nos dieron un adelanto de lo que vendría.
Desde Comodoro seguimos hasta Puerto San Julián, un pequeño puerto con historia fascinante. Aquí desembarcó Magallanes en 1520 durante su expedición alrededor del mundo. Esa noche cenamos un cordero al disco en un restaurante del pueblo. Fue, sin duda, uno de los mejores sabores del viaje.
En este punto, la aventura tomó una nueva dimensión. Nos enteramos de que Santiago, un amigo que comparte nuestra pasión por las motos, se uniría en febrero para la segunda etapa. Había comprado una Africa Twin en Miami y estaba preparando su envío a Ushuaia. Al igual que nosotros, su meta era sellar el pasaporte con el primer medio sello del Camino de América. La emoción lo llenaba tanto como a nosotros.





Cruce a Tierra del Fuego
Desde Puerto San Julián continuamos hacia Cerro Sombrero, donde pasamos la noche en una hostería acogedora. El lugar cálido y la amabilidad de sus dueños hicieron que nos sintiéramos como en casa. Tras un día intenso de manejo y paisajes desafiantes, descansar allí fue como encontrar un oasis en medio de la aventura.
Al día siguiente cruzamos a Tierra del Fuego y almorzamos en Río Grande con nuestro amigo Martín, quien nos recibió con hospitalidad. Después hicimos una parada en Tolhuin, un pueblo pintoresco conocido como el “corazón de la isla”. Allí visitamos la emblemática Panadería La Unión, punto de encuentro de viajeros de todo el mundo. Disfrutamos de un café con facturas mientras leíamos mensajes de otros aventureros en las paredes.
Más tarde nos dirigimos al Museo MTO Café 3005, un lugar único lleno de historias de motociclistas. Nos recibieron con calidez y rodeados de objetos y recuerdos de viajeros que, como nosotros, habían llegado al fin del mundo. Allí sellamos nuestros pasaportes con el primer medio sello del Camino de América, un hito que nos hizo sentir que estábamos cada vez más cerca de cumplir nuestro sueño.
Llegada a Ushuaia
El tramo final nos llevó por un camino difícil junto al Lago Escondido. Enfrentamos barro, ríos y piedras. Este trayecto, parte de la Ruta Nacional 3, es uno de los más exigentes. Sin embargo, el paisaje lo compensaba todo: aguas esmeralda y bosques fueguinos que hacían que cada esfuerzo valiera la pena.
Finalmente, tras kilómetros de paisajes desolados y montañas, llegamos a Ushuaia, la ciudad más austral del mundo. Allí celebramos con un almuerzo inolvidable en el restaurante Isabel, donde probamos un cordero a la cazadora. Fue, sin duda, una de las mejores comidas del viaje.
Parados frente al imponente paisaje del fin del mundo, con la cordillera detrás y el Canal Beagle a nuestros pies, compartimos miradas de satisfacción y asombro. No éramos dos viajeros más, éramos compañeros en un sueño hecho realidad. En ese momento sentimos que todo había valido la pena.












Mirando hacia adelante
Sabemos que lo mejor está por delante. La ruta hacia Alaska será larga y desafiante. Sin embargo, la emoción de enfrentarla juntos hace que todo parezca posible. Este viaje no es solo llegar a un destino: es compartir el camino, los sueños y las experiencias que nos transforman.
Con cada kilómetro entendemos que esta aventura no es solo nuestra. También pertenece a todos los que alguna vez soñaron con conquistar el mundo sobre dos ruedas.

¿Sueñas con hacer una ruta en moto por América? Sigue nuestra travesía Ushuaia – Alaska y acompáñanos kilómetro a kilómetro
