Esta Bronco llegó a nuestro taller con historia, carácter… y muchos kilómetros encima. Empezamos por el interior: nuevos paneles, tapizados renovados en cuero ecológico, alfombras a medida y detalles en aluminio cepillado que modernizan sin perder la esencia ochentera.
En paralelo, hicimos un mantenimiento general: sistema de frenos, fluidos, correas, suspensión y escape. Nada extremo, pero necesario para que vuelva a andar como se merece.



¿El cierre perfecto? Un wrap rojo mate que no solo la rejuveneció, sino que la volvió imposible de ignorar.
Hoy esta Bronco es una mezcla exacta de robustez, estilo y nostalgia. Lista para nuevas aventuras, pero con el alma intacta.
